Impresionantes Arizona y Utah !!!

Después de un completo desayuno en el Motel nos dirigimos a la primera parada del día, Horseshoe Bend es un meandro en forma de herradura que se encuentra a tan solo 6 km de Page. Su mirador esta situado a 1280 m sobre el nivel del mar y forma un precipicio de 300 metros. Es importante saber que desde el parking hasta el mirador hay un gran trecho de camino entre matorrales y arena roja que te llevará unos 20 minutos y que con el tremendo calor que pasamos se hace más difícil. La ida es cómoda pero la vuelta hay que subir una pendiente que dependiendo la hora que se visite y la temperatura de Arizona puede ser un pequeño calvario. Así y todo la recompensa es impresionante.

La entrada es gratuita y lo más importante es que no tiene ningún tipo de barreras de protección, para los que sufren vértigo como yo es toda una prueba para ganarle la partida.

La idea era visitarlo el dia anterior para ver el atardecer y repetir la mañana siguiente, dicen que la gama  de colores es pura magia, nosotros nos conformaríamos con la mañana y al ver las fotos nos damos por satisfechos.

Intentas sacar la mejor foto aunque tengas que arriesgar un poco, eso se lo deje a mi cuñado pues con mi vértigo no era tarea para mí. Habían quienes se arriesgaban demasiado, la verdad nunca lo he entendido.

Como ya comentamos, la vuelta hasta el parking era dura y nos pasó factura, llegamos exhaustos al coche y pusimos rumbo a las oficinas de Antelope Canyon Tours donde habíamos contratado la excursión para visitar este cañón. Teníamos reservado el horario a las 11:30 y se recomienda llegar media hora antes. Esta dentro de una reserva de indígenas navajos muy cerca del centro de Page y ellos son los que explotan este tour.

Nos subimos en grupo de 8 en la parte de atras de unos todos terrenos acondicionados para ir a toda leche por el desierto de Arizona. Y la visita se realiza en pequeños grupos y siempre acompañados de un guía navajo.

Estos cañones están formados por el paso de corrientes de agua a través de un proceso de erosión durante miles de años, en algunas zonas las paredes alcanzan los 40 metros de altura. Al principio, desde que nos adentramos y escaseaba la luz nos dimos cuenta que las fotos nos salían muy mal. Eso nos pasa por no dedicarle tiempo a la cámara para sacarle el mayor partido. Gracias que el cuñado con la suya y probando varios modos descubrió uno donde salían mas que aceptable si no juzgar vosotros mismos.

Posee dos formaciones separadas, nosotros visitamos el Cañón del Antílope superior que dicen que tiene mejores zonas y sobre todo es mas accesible. El otro se denomina el Cañón del Antílope inferior.

El Cañón tiene una historia trágica al fallecer los once turistas que formaban un grupo de visitantes en agosto de 1997. El único superviviente de aquella catástrofe fue el guía, les sorprendieron una corriente de agua que se produce por lluvias torrenciales con inundaciones instantáneas.

El guía nos explicaba diferentes puntos que pasaban desapercibidos, pero mirándolo desde ángulos específicos formaban figuras. Pero eso lo dejaremos para que cuando lo visitéis os sorprenda.

También se puede realizar un tour especializado en fotografía ya que para los amantes de este mundo tiene que ser una gozada este lugar. Los diferentes colores, sombras y formas bien combinados es mágico.

Ya llegábamos al final del tour que duró aproximadamente 50 minutos, recomendamos esta visita e incluso diríamos que es obligatoria, pues es impresionante el capricho de la naturaleza en este lugar.

Ya en el coche y después de refrescarnos pusimos rumbo a Monument Valley situado en la frontera sur de Utah con Arizona y a poco mas de 2 horas desde nos encontrábamos. Pero antes no pudimos resistirnos en parar a un lado de la carretera para la típica instantánea de las kilométricas carreteras de USA.

El Monument Valley se encuentra dentro del Navajo Tribal Park del mismo nombre y la entrada no está  incluida en el Pase Anual. Son solo 5$ por persona, un precio irrisorio para lo que vas a ver en toda su extensión. Este gran valle cuenta con numerosas formaciones de piedra arenisca que se elevan entre los 400 a 1000 metros.

En nuestro plan de viaje teníamos anotado la visita al atardecer donde según dicen la luz proyectada en el suelo del desierto junto con la compañía de algunas nubes ofrecería un paisaje simplemente fascinante.

También, antes de entrar, nos surgió la duda de si el coche alquilado iba a responder a la exigencias del terreno. Habíamos leído que se recomendaba un 4x4 y muchos coches quedaban atrapados. Puse en práctica lo que aprendí de un chico que tuvo que venir a ayudarnos durante una tormenta de arena en el desierto cuando visitamos Marruecos en el 2010, toda una experiencia. Es bastante sencillo, siempre en segunda y moviendo el volante continuamente de derecha a izquierda.

El recorrido en Monument Valley es por un camino sin asfaltar durante 27 kilómetros, se puede hacer en una hora y media pero hay que tener en cuenta que haces decenas de paradas para tomar fotografías.

Monumentos de nombre The Mittens and Merrick Butte, Elephant Butte, The Three Sisters, John Ford Point íbamos dejando poco a poco atrás. Tuvimos la suerte de encontrarnos con dos auténticos vaqueros que paseaban por el Valle, aunque de vaqueros solo tenían el sombrero.

Poco a poco caía el sol y el tono de los monumentos cambiaba de color, seguíamos sacando fotos de todos los ángulos posibles. De pronto, tuvimos que parar al encontrarnos en el camino una enorme piedra que gracias al cuñado pudimos continuar.

Daba gusto parar cada varios kilómetros y llenarse de tierra para ver este espectáculo, hasta el coche sufría tanta arena.

Ya nos despedíamos de esta inolvidable visita y pusimos rumbo a nuestro alojamiento muy cerca de la entrada al Valle, a media hora. Ibamos en ruta cuando me dio por mirar por el retrovisor para ver la última vista de los monumentos, pero la sorpresa fue que nos encontrábamos en la famosa carretera de la película Forrest Gump ( una de mis favoritas).

Nuestro alojamiento esa noche fue en el San Juan Inn un motel situado junto al río San Juan y con unas habitaciones rústicas muy confortables. Posee un restaurante y una tienda donde se puede probar algún plato típico navajo. Después de la cena paseamos por las inmediaciones del complejo. Al día siguiente nos esperaba uno de los días mas largos en carretera, pero ya veréis como lo aprovechamos en el siguiente post.